domingo, 26 de noviembre de 2006

La Ría del Eo producirá antes de fin de año 300 toneladas de ostras

LA RÍA DEL EO PRODUCIRÁ ANTES DE FIN DE AÑO 300 TONELADAS DE OSTRAS.

La mayor parte se irán a Francia, que valora más que España este molusco. Las otras siguen sin encontrar un hueco en la mesa de los asturianos.


Prácticamente la totalidad de la producción de ostras en Asturias procede de la zona de cultivo existente en la vertiente asturiana de la Ría del Eo, en Castropol. El grueso de las ventas tienen lugar en la época navideña, en la que se espera vender cerca de 300 toneladas de “Crassostrea Giga”, una ostra rizada que no se cultiva en ningún sitio más de la región. En la actualidad el cultivo y la venta de ostras en Asturias depende de dos empresas que trabajan en el Concejo de Castropol, Recursos Marinos Asturianos y Acuicultura del Eo, y de un autónomo. La primera, más conocida como Remastur, terminará el año con la venta de unas 250 toneladas de ostras, según destaca la empresa, una producción bastante similar a la del año pasado. Acuicultura del Eo es una factoría más pequeña pero que antes de fin de año habrá exportado cerca de 50 toneladas.
La mayoría de esta producción no se quedará en tierras asturianas. Más de un 80% traspasará las fronteras españolas y viajarán a otros países, aunque es Francia el estado que más demanda este producto. A diferencia de los españoles, nuestros vecinos aprecian mucho más este molusco y es muy raro encontrar en el país galo un restaurante que no ofrezca ostras en su carta o en el menú del día. El resto de las ventas se reparten entre Galicia, también un gran consumidor, y por otras provincias como Tarragona o Madrid. Un país que está incrementando poco a poco sus importaciones de ostra es Italia.
Los asturianos, y los españoles en general, no han incorporado este molusco a su dieta, pese a que su precio no es tan elevado como popularmente se cree. Una ostra suele costar sobre medio euro si se adquiere a empresas productoras y sobre un euro en restaurantes. Los franceses, por ejemplo, la reciben a granel por un precio de dos euros el kilo, que suele llevar unas 10 unidades.
Las otras tienen unas perseguidas propiedades alimenticias, ya que contienen gran cantidad de proteínas, calcio y otros elementos. Un kilo puede aportar algo más de 100 calorías y ningún gramo de colesterol, lo que las convierten en muy dietéticas, al margen de sus tradicionales propiedades afrodisíacas.
Su proceso de cultivo dura unos dos años. En primer lugar se introducen en sacos unas tres mil crías de ostras de unos 5 ó 6 centímetros, que posteriormente se depositan en la ría. Tras su cultivo, aparecen entre 100 y 150 ostras por saco que se seleccionan para su venta.
La ostra rizada encuentra en la Ría del Eo un lugar óptimo para su cultivo. Posee una equilibrada salinidad, una buena temperatura y, principalmente, es una zona resguardada que evita que el mar pueda deteriorar los cultivos. Otro punto de Asturias donde los mariscadores recogían ostras fue en Villaviciosa, pero el cultivo de ostiones en viveros acabó con ellas. Estos moluscos comenzaron a invadir la ría y acapararon territorio a las ostras autóctonas.
Junto a la Ostra rizada (Crassostrea Giga) existe otro tipo, más cara y apreciada, que es la ostra plana (Ostrea Edulis). Esta especie también se cultiva en la Ría del Eo, pero en la parte gallega, y es la más habitual en los restaurantes de Galicia. Hay gente que dice que es mejor, pero en el sabor no se diferencian mucho.

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